Tiene una orden de aprehensión por los delitos de trata de personas y asociación delictuosa.
La diputada suplente del PRI en el Congreso de la Ciudad de México, Sandra Vaca Cortés, sobre quien pesa una orden de aprehensión por el delito de trata de personas y asociación delictuosa en el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre; abandonó su curul.
En sesión ordinaria de este día, el Congreso de la Ciudad de México notificó la reincorporación de la diputada Edna Mariana Gutiérrez, propietaria de la curul y quien solicitó licencia luego de que se instalara la actual legislatura, por lo que Vaca ocupó su lugar.
A través de un oficio dirigido a la mesa directiva del Congreso local, Edna Mariana Gutiérrez precisó “Vengo a solicitar a usted, la reincorporación inmediata al ejercicio de mi encargo como diputada local del Congreso de la Ciudad de México I Legislatura, como integrante del grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional”, detalla el escrito.
Edna Mariana solicitó licencia a su cargo a 24 horas de haberse instalado el primer Congreso capitalino, el 18 de septiembre del 2018, por lo que Sandra Vaca Cortés tomó juramento como legisladora local.
El pasado 9 de marzo, un juez penal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, giró una orden de aprehensión contra el exlíder del PRI-DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre; la diputada priista Sandra Esther Vaca Cortés, y el exsecretario de finanzas del partido, Roberto Zamorano, por los delitos de trata de personas y asociación delictuosa.
La orden de aprehensión también incluye a dos exempleadas del PRI capitalino, Claudia Priscila Martínez y Adriana Rodríguez, las cuales fungían como reclutadoras de la red de prostitución que operaba en el PRI capitalino.
Esto ocurre casi siete años después de que el equipo de investigación de Carmen Aristegui en Noticias MVS, reveló la existencia de una red de prostitución en el interior del PRI del entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México.
En ese momento Sandra Vaca era secretaria particular de Gutiérrez de la Torre y junto con Claudia Priscila Martínez González, fungían como “filtro” para reclutar a las jóvenes que pedían trabajo como edecanes, secretarias o auxiliares administrativas, cuyo sueldo ascendía a 11,000 pesos mensuales, dinero que salía de la Secretaría de Finanzas del partido capitalino, a cargo de Roberto Zamorano Pineda.
El equipo de Cuauhtémoc Gutiérrez publicaba anuncios en internet que textualmente ofrecían “trabajo en una oficina gubernamental”.
Al momento en que acudían a las oficinas de ese partido político, en Puente de Alvarado, tres mujeres que estaban en la nómina del PRI-DF, Claudia Priscila Martínez González, Adriana Rodríguez y Sandra Vaca, advertían a las asistentes que estaban obligadas a realizar favores sexuales a Gutiérrez de la Torre, situación que provocaba enojo y miedo entre las víctimas.
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