El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado que viajará a Texas “en los próximos días” para acompañar a las familias de las víctimas de la matanza de la escuela de primaria Robb, en Uvalde.
Familiares, amigos y vecinos de los fallecidos en el tiroteo han participado en una vigilia el miércoles por la noche para rendir homenaje a las 21 personas que fueron asesinadas, la mayoría de ellas, niños. Entre llantos y mucho dolor, los miembros de la comunidad condenaron el ataque y recordaron a sus seres queridos, víctimas del ataque escolar más mortífero en casi una década.
El martes, un joven tímido y retraído, Salvador Ramos, entró en la escuela y se atrincheró en un aula, donde mató a 19 niños de entre 8 y 11 años y a dos profesoras e hirió a otras personas, antes de ser abatido por la policía. No tenía antecedentes ni historial de enfermedades mentales, según ha informado el gobernador de Texas, Greg Abbott.
Ramos compró dos rifles de asalto el día que cumplió 18 años, y avisó de sus planes por redes sociales: primero a una desconocida en Instagram y después en su cuenta de Facebook. El joven había abandonado la escuela secundaria y vivía con sus abuelos.
La abuela, de 66 años, trató de impedir los planes de Ramos, quien le disparó en la cara. Después salió con las armas y la munición hacia la escuela. Después de la matanza de Uvalde, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha ordenado que la policía aumente la vigilancia en los colegios estatales hasta final de año.
Con información de El País.