Las tareas de rescate en el sur de China, donde cayó un Boeing 737-800 de la aerolínea China Eastern con 132 personas a bordo dejó un pozo profundo en la ladera de la montaña, dijo un rescatista a medios locales, quien vio caer el avión mientras trabajaba en una granja y que golpeó una brecha en la montaña donde nadie vivía.
Más de 24 horas después de la catástrofe, las autoridades todavía no han emitido ningún parte oficial de víctimas. Rescatistas sólo han encontrado billeteras manchadas de barro, tarjetas bancarias. y documentos oficiales de identidad.
“Hasta ahora los equipos de búsqueda y rescate no encontraron supervivientes”, dijo a la prensa Zhu Tao, responsable del departamento de seguridad de la aviación civil. El avión realizaba el trayecto entre las ciudades de Kunming (suroeste) y Cantón (sureste) y despegó a las 13:15 hora local (05:15 GMT) del lunes antes de precipitarse a tierra en la región de Guangxi a las 14:38 hora local (06:38 GMT).
Tampoco se ha informado del hallazgo de las cajas negras, y las causas del siniestro siguen investigándose. “Teniendo en cuenta que la investigación acaba de comenzar, somos incapaces de tener una opinión clara sobre las causas del accidente, a partir de las informaciones que tenemos”, declaró.
El avión cayó en picado y parecía estar de una pieza durante el descenso. Pocos segundos más tarde, se estrelló”, asegura un residente de la zona citado por la agencia estatal Xinhua. El testimonio de los testigos y algunos videos aún no verificados que circulan en medios chinos -muestran la caída del avión en picado- encajan con los datos del portal de seguimiento de vuelos FlightRadar24: la aeronave volaba a las 14:19 hora local (06.19 GMT) a una altitud de 29 mil 100 pies (ocho mil 870 metros) cuando, a unos 55 kilómetros al oeste de la localidad de Wuzhou, comenzó a descender.
El último punto de contacto del vuelo, según el portal, fue a unos 25 kilómetros al suroeste de Wuzhou, a una altitud de tres mil 225 pies (989 metros), a las 14:22 hora local (06.22 GMT), lo que supondría que en apenas tres minutos el aeroplano descendió casi ocho mil metros.
El accidente provocó un incendio forestal en la zona, remota y montañosa, lo que supuso un desafío para los equipos de rescate, que informaron de dificultades a la hora de llevar camiones de bomberos a las inmediaciones. Un lugareño describió a Xinhua haber visto un “gran agujero” en el lugar del impacto, a cuyo alrededor había “árboles derribados en un radio de 12 metros”.
El incendio fue sofocado en la tarde del lunes y los rescatistas, entre los cuales había más de mil bomberos, pudieron acceder al lugar del siniestro, a donde también acudieron más tarde soldados enviados por el Ejército chino, que movilizó a algunas de sus tropas en la zona para colaborar en la búsqueda, que se prolongó por la noche y continúa hoy. “Hay piezas del ala del avión, algunas de entre dos y tres metros.
También hay escombros y restos, algunos de los cuales son probablemente piezas de ropa”, describió un trabajador citado por Xinhua. La Comisión de Sanidad de Guangxi envió asimismo 36 ambulancias y 80 trabajadores médicos a la zona para asistir a posibles supervivientes y el viceprimer ministro chino Liu He se desplazó al lugar para supervisar las operaciones.
Con información de El Milenio.